Samara, Rusia, 28 jun (PL) El partido era anodino, Colombia buscaba la victoria pero sin pisar el acelerador a fondo y Senegal, sintiéndose clasificado, se dejaba llevar; pero apareció Yerry Mina, saltó hasta las estrellas y marcó un gol de oro con aroma a café.
Corría el minuto 74 e imperaba un «empate táctico» en la pizarra del Cosmos Arena de esta ciudad. Para entonces, Japón perdía 0-1 ante Polonia. Colombianos y senegaleses tenían derecho a comprar los tickets a octavos de final.
Sin embargo, Mina, esa torre cafetera de 1,95 metros de altura, tenía en mente cambiar la historia.
El zaguero central acudió al llamado de guerra en un tiro de esquina. Juan Quintero golpeó el balón junto a la bandera de córner, lo hizo volar y Mina dio uno, dos, tres pasos y saltó, voló hasta el cielo y cabeceó el cuero con fortaleza para mandarlo a guardar donde tejen las arañas.
Era el 1-0 para Colombia. Las tribunas, teñidas de amarillo intenso, estallaron de júbilo y pasión. Pese a ir perdiendo, Japón se metía entre los clasificados y Senegal, golpeado, salía de la zona noble del grupo H. La urgencia apremió de inmediato al equipo africano, el único de ese continente con posibilidades de seguir con vida en el torneo.
Pero sus esfuerzos fueron estériles, en gran medida por el orden defensivo mostrado en todo momento por Colombia, que había sido salvada por el videoarbitraje asistido en el minuto 17, cuando el principal cantó penalti para Senegal y tras la revisión, debió admitir su error y «borrar» la pena máxima.
Nada cambió hasta el final del duelo. Colombia sacó pasajes a octavos por tercera vez en la historia, segunda consecutiva porque recuerden que hace cuatro años llegó hasta cuartos de final, antes de caer ante el anfitrión Brasil.
Japón, que perdió 0-1 ante Polonia, terminó con idénticos dígitos que Senegal en todos los casilleros visibles, por lo que hubo que acudir al «fair play» para determinar el agraciado con el segundo boleto del distrito: los nipones solo archivaban tres tarjetas amarillas, por cinco de los senegaleses, y siguieron adelante en el torneo.
Con la clasificación de Colombia, América metió a cuatro de sus ocho representantes en las rondas de cruces.
De paso, los cafeteros inscribieron su nombre en la parte menos difícil del organigrama, por donde se eliminarán España-Rusia, Croacia-Dinamarca y Suecia-Suiza.
En octavos, Colombia se medirá al perdedor del duelo entre Bélgica e Inglaterra, y en caso de acceder a cuartos su adversario sería el triunfador del choque Suecia-Suiza.
Si supera la ronda de 16, sus opciones de llegar a semifinales por primera vez en todos los tiempos son enormes.
Por el otro lado del programa de partidos están Uruguay-Portugal, Argentina-Francia, Brasil-México y Japón contra el ganador del Bélgica-Inglaterra, por mucho el lado más potente.
Yerri Mina toca las estrellas, Colombia corre con suerte
Por Yasiel Cancio Vilar